La tilde también es ortografía

La palabra ‘ortografía’, según el Diccionario de la RAE, significa: “Conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua” y hay que destacar que dentro de este conjunto también está la tilde como elemento importante para acentuar una sílaba en determinada palabra y así permitir el correcto entendimiento de la misma.


La actualización tecnológica ha logrado que algunas labores o acciones realizadas en épocas anteriores pierdan frecuencia o desaparezcan por completo en la actualidad. Sin embargo, también se le atribuyen algunas recuperaciones de conductas que en épocas pasadas se habían perdido pero que ahora se han rescatado; es el caso del hábito de leer y escribir en las personas. En unos años anteriores el contacto con las letras sólo lo tenían quienes estudiaban y accedían a libros, por ejemplo. Ahora, sin importar el nivel de estudio o socioeconómico las personas se comunican a través de sus dispositivos móviles por medio de la escritura. Un gran avance para volver a las bases del idioma español.

Pero con esto se hace evidente el mal uso de la escritura con errores de redacción y ortografía por parte de algunas personas, aunque es rescatable que quienes manejan medianamente en su pluma la ortografía suelen exigir un buen uso de ella en las personas de su entorno.

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La palabra ‘ortografía’, según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), significa: “Conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua” y hay que destacar que dentro de este conjunto también está la tilde como elemento importante para acentuar una sílaba en determinada palabra y así permitir el correcto entendimiento de la misma. Sin embargo, esto último no se aplica de manera regular o al menos eso se percibe en algunos textos publicitarios y comentarios en redes sociales ya que se ubica donde no es o se suele omitir; incluso hay quienes afirman que no es necesaria para el idioma. 

Pues bien, la tilde ha sido incluida desde un principio en las reglas básicas del idioma español y en adelante se han ido tomando decisiones con relación a ella. En el documento ‘Las Nuevas Normas de Prosodia y Ortografía’ del año 1952 de la Academia Real Española, que rige el uso de este idioma, se eliminaron algunas tildes como las de ‘fue’, ‘dio’ o ‘vio’; pero hay quienes aún las siguen marcando.

Las reglamentaciones de las tildes tienen una base fácil de comprender, pues basta con identificar que el tipo de palabras más frecuente son las denominadas ‘graves’ que terminan en ‘n’, ‘s’ o vocal; éstas son las palabras estándar, de ahí en adelante se establece un prototipo de palabras para tildar. La relevancia de la tilde es que permite la plena identificación de determinada palabra, pues lo que se acentúa en la pronunciación se tilda en la escritura, según su característica. Y pese a que se indique que el español es uno de los idiomas de mayor complejidad, en el uso de la tilde hay otros que superan esa cúspide; mientras éste usa una tilde, la aguda (á), el francés, por ejemplo, usa cuatro tipos diferentes de tildes.

El escritor y profesor colombiano, Fernando Ávila, es uno de los defensores del buen uso de la escritura y resalta que en los errores más reincidentes está el mal manejo de las tildes. Es tanta su inquietud con el tema que le dedicó un libro completo. ‘Dónde va la tilde’ (2002) explora por los casos del mal uso de ésta en la escritura universal; en él declara que: “La tilde no es un adorno, en el sentido de que si usted no la marca cuando se debe o la marca cuando no se debe produce en el lector tan mala impresión como quien se presenta a una cita con los zapatos sucios o con la falda deshilachada”.

Realmente puede ser esa la imagen que deja ver una persona con su mal uso de la ortografía. Sin embargo, según Ávila, el uso incorrecto de la tilde puede cometer daños peores. “La tilde no simplemente compromete la imagen de quien escribe sino que compromete también, ¡y principalmente!, el significado.”, agrega en su libro.  

Otra de las mentiras promulgadas en relación al uso de la tilde es que jamás se usa en letras mayúsculas, esto se desmiente categóricamente con el documento ‘Ortografía de la Lengua Española’ de la Real Academia Española (RAE) en el que se menciona que: “Las mayúsculas llevan tilde si les corresponde según las reglas dadas. Ejemplos: África, PERÚ, Órgiva, BOGOTÁ. La Academia nunca ha establecido una norma en sentido contrario”. 
Hay quienes dicen que cada persona es libre de escribir como desee y que no está obligado a seguir las reglas establecidas por la academia y que en las redes sociales aumenta su libertad en este aspecto. Pero el uso de la escritura es una acción que como todas en la vida tienen un manual y unas reglas para hacerlo correcto en el que si bien son válidas las recomendaciones hay todo un compilado de un sinnúmero de trabajos y análisis de diferentes personas que desde su creación han ido aportando en su uso debido. En la actualidad es nuestro reto divulgar la importancia de educar nuestra escritura de acuerdo a lo estudiado y establecido. Hasta luego.





Carlos Pardo Guevara
Comunicador Social - Periodista.

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